¡Atención! Este espacio es experimental, un taller de escritura. Aquí publico reflexiones, pensamientos, reseñas y demás.
Espero que leerlo le incite a formarse una opinión, antojarse de un libro o simplemente le haga pasar un momento agradable.

jueves, 25 de septiembre de 2014

La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada. Una reseña.

Este libro es una colección de seis cuentos y una nouvelle –o novela corta– escritos durante la etapa de madurez del autor. Los textos están fechados entre 1961 y 1972, período en el que García Márquez ya residía principalmente en México y durante el que escribió Cien Años de Soledad (1967).
La disposición de los cuentos no responde a la cronología de su creación y superficialmente no se encuentra una razón sustancial de tal decisión, de modo que se considera aleatorio su orden si bien la
nouvelle, por su mayor extensión, funge como cierre de la compilación.
Un señor muy viejo con unas alas enormes (1968) trata de la aparición de un hombre viejo y harapiento con unas alas enormes como de gallinazo en el patio de la casa de Pelayo y Elisenda. Frente a la convulsión del pueblo y la noticia en la región, el matrimonio decide cobrar entrada por verlo pero pronto la indiferencia helada del fenómeno ahuyentará a los clientes.
El mar del tiempo perdido (1961) presenta una sucesión de acontecimientos trágicos producto de un olor a rosas que una noche llega del mar a un miserable pueblo casi abandonado. La novedad atrae a tantos curiosos que no es posible caminar por las calles, también inundadas por una tromba de feriantes. Entre los visitantes llega el hombre más rico del mundo quien, a cambio de lo mejor que cada uno sepa hacer, ofrece la solución a los problemas de sus vidas. El viejo Jacob, tras la muerte de su esposa y queriendo largarse del pueblo, termina perdiéndolo todo menos el honor; y Tobías, tras un inesperado viaje submarino, encuentra la fuente del misterioso aroma.
El ahogado más hermoso del mundo (1968) muestra cómo bulle la imaginación de las mujeres ante la brasa de la belleza heroica de un muerto que llega arrastrado por el mar a la playa del pueblo. Mientras los hombres salen en búsqueda de los familiares para devolver el cuerpo, ellas arman una parafernalia funeraria exagerada, le dan un nombre e inventan la historia de su vida. Al final, los mismos hombres son arrastrados por el delirio femenino.
Muerte constante más allá del amor (1970) es un relato ocurrido en medio de la campaña electoral de un senador por el desierto desolado y sus pueblos moribundos. En medio del teatro político y habiéndosele anunciado la muerte anticipadamente le concede un favor a un asesino a cambio de la compañía de su hermosa hija, decisión que resulta en escándalo público. Cumplida la profecía, muere enamorado de ella rabiando por no tenerla más.
El último viaje del buque fantasma (1968) merece una mención especial por cuanto es un experimento de escribir sin puntos torciéndole el pescuezo a un narrador omnisciente en tercera persona. Su lectura es pedregosa, las argucias del autor no alcanzan para no sentir una marcha forzada del cuento. Trata de un hombre que es golpeado por los vecinos del pueblo debido al bullicio que arma una noche por la aparición de un buque enorme que naufraga en la bahía de Cartagena. El problema es que sólo él lo puede ver. Después de rumiar su rencor y de intentar ser convencido por su madre de lo inverosímil de su historia, decide embarcarse en secreto hacia la bahía y esperar ahí al buque. En medio del mar el desenlace resulta inesperado.
Blacamán el bueno, vendedor de milagros (1968) se acerca a la vida trashumante, esotérica y
arruinada de Blacamán, inventor acaecido en estafador de feria y charlatán, y de su acompañante, la víctima protagonista que por su cara de bobo es comprado por él para que adivine el futuro. Dadas sus limitadas capacidades proféticas, su dueño le tortura cruelmente, lo que misteriosamente le otorga poderes especiales para la curación y la reparación del cuerpo humano, así como para la venganza.
Por último, el libro cierra con La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), nouvelle ocurrida en medio del desierto al que una niña y su abuela se ven abocadas después de que la pequeña incendiase por error la mansión en que vivían. Tras ser casi esclava de servicio doméstico de la abuela, Eréndira pasa a ser prostituida por ésta con el fin de pagar la abultada deuda que contrajo por la catástrofe. Ambas se hacen itinerantes por una región en que la fama de los servicios sexuales de la nieta las precede y enriquece. Un enamorado joven se aventura a salvar a la niña pero algo le sale mal.
Cada uno de los relatos brevemente reseñados es una pieza más del universo macondiano, con el que se articulan en el espacio y el tiempo, así como en figuras literarias y situaciones recurrentes. Por su brevedad y fidelidad a la calidad narrativa del colombiano, esta compilación es una buena puerta de entrada a la exploración y goce de su obra.






jueves, 18 de septiembre de 2014

Los peajes internos: parte de una solución

Durante estos últimos días se ha levantado polémica por la propuesta dentro del marco de la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en el Concejo de la implementación de peajes en el área urbana de Santiago de Cali. Si bien es cierto que poner mayores cargas impositivas a los caleños en la actualidad es inviable dado el pago de las Megaobras y el ajuste del impuesto predial del año corriente, en el futuro los peajes internos podrían ser una herramienta de descongestión de áreas críticas para la movilidad urbana.
La tendencia del crecimiento del parque automotor en la ciudad es impresionante. Entre 2008 y 2012 pasó de haber 357.000 vehículos, incluidas motocicletas, a 468.000, para un incremento de 31%1. Con esta información hagamos un supuesto conservador y digamos que el incremento cada 4 años no será del 31% como entre 2008 y 2012 sino de 20%. Para 2020, la malla vial de Santiago de Cali tendría que movilizar 656.000 vehículos, 187.000 más que hoy. Esta cifra puede duplicar a la cantidad de automotores que en la actualidad la política de Pico y Placa retira de las calles en las horas de alta congestión.

Uso del espacio de transporte
Fuente: http://monitorurbano.files.wordpress.com/2010/08/analisis-de-transporte1.jpg

Sin embargo, la capacidad del Municipio de construir nuevas vías es limitada y está muy restringida al espacio disponible. ¿Los caleños tenemos capacidad de costear con nuestros impuestos la construcción de nuevas autopistas y puentes vehiculares? ¿Sería eficiente invertir en ello en vez de apostar a un transporte público masivo y multimodal?2 En el escenario de un 2020 con 187.000 vehículos más y las vías actuales, los tiempos de desplazamiento en la ciudad serían probablemente menores en bicicleta que en automóvil como ya empieza a serlo, por ejemplo, en algunos recorridos en Bogotá.
Los peajes urbanos son muy eficientes para descongestionar zonas de alta afluencia de población y hacen que quien valore más moverse en automóvil pague por las repercusiones negativas que ello tiene para la ciudad, subsidiando a quienes se transportan de otro modo. Pero, sobre todo, solamente pueden ser implementados cuando la ciudadanía tenga acceso a un sistema de transporte eficiente y puntual, puesto que la movilidad es un derecho y no puede ser coartada con una barrera impositiva si no se ofrecen opción alternativas.
Nuestras ciudades están enfrentando unas limitaciones urbanísticas que requieren de las personas un cambio de mentalidad que es difícil de hacer, en el que el vehículo particular debe dejar de ser visto como una solución total a la movilidad individual para convertirse en un factor de afectación de la movilidad colectiva.

Fuentes: 

1Información obtenida de la ponencia del concejal Fernando Tamayo Ovalle No. 4152.0.13.402. Obtenida de: http://goo.gl/wDnqmR

2En la Capital, el 10% de los viajes diarios se hacen en automóvil particular, pero estos suman el 92% del parque automotor. El transporte público carga el 30% de los viajes y suma el 8% del parque automotor. Fuente: Informe de Indicadores: Encuesta de Movilidad de Bogotá 2011 y Movilidad en Cifras 2011, ambos de la Secretaría de Movilidad.